Whole Kitchen en su Propuesta Dulce del mes de noviembre nos invita a preparar una masa básica en pastelería: pasta sablé.
Esta semana, para variar, está siendo un horror así que publico sólo porque es obligatorio hacerla al pertenecer al Círculo Whole Kitchen. No dispongo de tiempo si quiera para contestar los comentarios de las dos últimas entradas del blog así que no tengo pensado publicar nada hasta que pueda dedicarle un tiempecito al blog pero como no quiero dejar de pertenecer a este Círculo, pues aquí estoy.
Últimamente me he propuesto una cosa, que os parecerá una tontería, pero que no estaba haciendo. Tengo unos cuantos libros que adoré comprar y leo de vez en cuando, pero que no he estrenado haciendo alguna receta. Así que he pensado, que mejor buscar las recetas para hacer en mis libros que fuera de ellos, ya se que os parecerá una chorrada pero me pasaba bastante. Por eso, esta receta la saco de un libro que me compré en mi viaje a Edimburgo. Se trata del libro "Grandma's Special Recipes: Timeless, traditional recipes from grandma's kitchen" y la receta se llama "little lemon tarts".
La verdad es que estaba un poco perdida porque hay tantas recetas que se pueden hacer con esta masa que no sabía cual hacer pero esta receta me fue como anillo al dedo porque tenía también un molde para hacerlas que tenía muy abandonado. No me acuerdo si me lo compré en Aldi o en Lidl pero hace ya dos años. Fue mi primer molde repostero y sólo lo utilicé una vez, el pobre protestaba cada vez que abría el armario y no le hacía ni caso.
La masa quebrada o sablé ya la había preparado anteriormente y es muy fácil hacerla, se hace en un momento y está riquísima. La verdad es que vale la pena hacerla casera pero si no es posible, para sacarnos de un apuro está la refrigerada aunque no está ni la mitad de buena.
Antes de poneros la receta, os quería comentar que para presentarla he usado parte de los regalitos que me regaló mi AIG. Por si no los habéis visto, podéis hacerlo aquí, son una pasada! Como la tartaleta tiene un color tan suavecito, creo que le van de maravilla estos colores tan vivos.
Por cierto, estas tartaletas han triunfado especialmente con mi primita pequeña. Pese a tener sólo 2 añitos adora el limón y las tartaletas le encantaron, mi tía me ha pedido la receta de la crema de limón de estos dulce para hacérselas.
TARTALETAS DE LIMÓN
Ingredientes:
Para la masa sablé:
250 gr de harina
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharaditas de azúcar caster
1 cucharadita de ralladura de limón (yo no le puse)
1 yema de huevo
3 cucharaditas de agua muy fría
Para la crema del relleno:
125 gr de queso crema
125 gr de azúcar caster
2 yemas de huevo
2 cucharadas de zumo de limón
125 ml de leche condensada
Elaboración:
- Precalentar el horno a 180ºC y encamisar los moldes de tartaletas.
- En un bol grande, tamizar la harina y echar la mantequilla cortada en cubos. Desmigar la mantequilla con la harina hasta hacer algo parecido al pan rallado. Añadir el azúcar, la ralladura de limón y el agua y mezclarlo todo con un cuchillo haciendo la acción de cortar. Se debe amalgamar todo.
- Volcar esta masa sobre una mesa enharinada y hacer una bola. Envolverla en papel film y dejarla enfriar en la nevera durante 10 minutos.
- Batir el queso, el azúcar y las yemas. Agregar el zumo y la leche condensada y batir bien.
- Entre dos papeles de hornear, estirar la masa muy fina y con un cortador, hacer las tartaletas. Ponerlas en el molde y pinchar la base con un tenedor para que no suban, y meter en el horno durante 10 minutos o hasta que se doren.
- Sacar las tartaletas, rellenarlas con la crema y hornearlas durante 5 minutos o hasta que haya cuajado la crema.
- Dejarlas enfriar completamente antes de sacarlas del molde.
Observaciones:
- En el libro le ponen ralladura de limón tanto en la masa como de decoración, pero sinceramente la odio así que no le he puesto.
- Me sobró un poquito de crema y para no tirarla, la puse dentro de cápsulas de magdalena de silicona y las metí en el horno hasta que cuajaron. Así sin masa también están riquísimas, es una crema muy suave.
- El azúcar caster es un azúcar blanco con un granillo muy fino que se utiliza mucho en la repostería anglosajona y es ideal para batirla con la mantequilla ya que se disuelve muy rápidamente. Aquí en Castellón lo compro en paquetes de medio kilo en Carrefour en la zona de productos de otros países.
Pues nada, espero tener un poquito de tiempo este fin de semana para pasarme por vuestras cocinas y descansar un poco porque estoy muy cansada, ya hemos vuelto con los ensayos y tengo los bracitos muertos!
bessisssssssss